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Arquitectos: Paolo Carlesso
- Área: 290 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Simone Bossi
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Proveedores: EQUITONE
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Al igual que el tiempo...
Un árbol no puede crecer en pocos días. Mis árboles son todavía ramitas, mis hijos todavía son niños, mi casa aún no ha terminado, todavía hay que hacer, la vida cotidiana es la magia. Tal vez la arquitectura necesita tiempo.
El diseño de esta casa era una oportunidad para lidiar frente al problema de construcción de una manera radical y anti-cíclica. La construcción se llevó a cabo parcialmente en sí mismo; las fundaciones, la instalación de muros perimetrales se han llevado a cabo por empresas especializadas, el resto del edificio se hizo en sí mismo.
La buena voluntad / necesidad de utilizar materiales y formas constructivas sustentables, económicas y que requieren una breve mano de obra han dictado todas las opciones de diseño. Las paredes de la casa son de madera pegada, la estructura interna es una estructura de acero, el exterior está hecho de una fachada ventilada de fibrocemento ecológico.
La buena voluntad / necesidad de aferrarse a la historia de este lugar específico, rechaza la expansión urbana sin duda contemporánea; la orientación y la ubicación de los asentamientos han sido dictados por la arquitectura rural. La construcción de la tipología y acabados materiales se han adoptado desde la primera "heroica" expansión industrial. La organización del lote, la pobreza de los materiales, la decisión de construir uno mismo hecho están relacionados con el período de la colonización de las tierras que pasaron a manos de los inmigrantes a mediados de los años 1900.
La voluntad / necesidad de independencia en la realización de la construcción también fue adoptado por el aspecto financiero, por lo tanto, sin el apoyo de los bancos.
La literatura hiperbórea no sólo es la base de la voluntad de romper la inmovilidad absoluta de nuestro país, que la crisis ha acentuado. Juoksuhaudantie (Kari Hotakainen), Doppler an elk is for life... not just for Christmas (Erlend Loe), The Best Village in the World, The Howling Miller (Arto Paasilinna), pero también: The Man Who Planted Trees (Jean Giono), The Gardener's Year (Karel Capek), fueron inspiradores modernos en la lucha contra la habilidad y la estupidez, la aceptación de la imperfección de la materia, el edificio por su cuenta, la forma, los plazos de ejecución a favor de los contenidos, la formación, la naturaleza.
